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Destituido por ladrón: Héctor Alirio Peláez, el liquidador que saqueó a cientos de familias

Destituyen al corrupto liquidador Héctor Alirio Peláez. Robó propiedades, engañó a víctimas y usó su poder para enriquecerse.

La caída de un corrupto con poder

Héctor Alirio Peláez Gómez ya no puede esconderse. La Alcaldía de Medellín lo destituyó oficialmente por corrupción, luego de múltiples denuncias, irregularidades y maniobras fraudulentas como liquidador de empresas intervenidas. Durante años se hizo pasar por funcionario honesto, pero en realidad usó su cargo para robarle a empresarios, familias y compradores de buena fe.

Hoy lo decimos con claridad: Héctor Alirio es un ladrón con credencial oficial, que usó su poder para adueñarse de propiedades ajenas, destruir patrimonios y manipular procesos judiciales en su favor.

Estas son las pruebas que lo hundieron

La Resolución 202450089221 del 18 de noviembre de 2024, firmada por la Subsecretaría de Control Urbanístico, dejó claro por qué fue removido:

  • Ocultó información clave a la Alcaldía y a los acreedores.
  • Avalúos amañados para vender bienes al precio que él decidía.
  • Negocios oscuros con su propio equipo legal.
  • Incumplimientos sistemáticos que impidieron el control institucional.
  • Dilación y mentira como método de trabajo.

Y por si fuera poco: no rindió cuentas de decenas de millones en ventas de propiedades que eran de otros.

El robo era el plan desde el principio

Este hombre no se equivocó. Héctor Alirio armó una red para robar desde el primer día. Fue designado por la administración de Daniel Quintero, pero siguió operando en silencio incluso cuando Federico Gutiérrez ya era alcalde.

Su estrategia era simple:

  • Nombrar gente de su círculo como “asesores”.
  • Inflar deudas y ocultar acreencias.
  • Vender propiedades por debajo del valor real a empresas fachada.
  • Ignorar órdenes, manipular reportes y desaparecer bienes.

Se robó propiedades legales de Wilson Patiño y de decenas de víctimas más.

Engañó a todos, menos a la verdad

Vecinos, abogados, empresarios, compradores… muchos confiaron en su palabra y en sus resoluciones. Pero todo era una farsa. Peláez no buscaba justicia. Solo buscaba quedarse con todo.

Mientras la gente perdía su casa, él andaba en camioneta nueva, haciendo pagos en efectivo y comprando lotes estratégicos.

Hoy, su destitución no es solo una medida administrativa: es la prueba oficial de su corrupción.

Ya no hay vuelta atrás

La Resolución 202550005068 del 3 de febrero de 2025 ratificó su destitución definitiva. Intentó defenderse, pero no presentó ni una sola prueba válida. Solo excusas, tecnicismos y mentiras.

“No cumplió con sus funciones. Dilató procesos. Ocultó información. Favoreció intereses privados. Fue removido por corrupto”, afirma el documento oficial.

¿Quién responde por el daño causado?

¿Dónde están los bienes que desaparecieron?
¿Quién se benefició con sus ventas ilegales?
¿Cuánto dinero movió en efectivo mientras era liquidador?

Estas preguntas deben tener respuesta. Y la Fiscalía, la Contraloría y la Procuraduría deben actuar ya.

La lucha apenas comienza

Desde Antioquia Despierta estamos comprometidos a contar toda la verdad. Pronto revelaremos:

  • Cómo llegó al cargo.
  • Quiénes integraban su red.
  • Qué hizo con los bienes robados.
  • Y cómo fue que destruyó el patrimonio de Wilson Patiño, víctima directa de esta mafia con traje y resolución.

Esto apenas comienza.
Hoy cayó el ladrón con cargo oficial.
Mañana caerán los que lo protegieron y se beneficiaron de su corrupción.

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