Turbay es homenajeado en Medellín en acto por la paz
En Medellín, miles se reunieron en una velatón por Miguel Uribe Turbay. El homenaje conmueve y recuerda que la división política no debe silenciar el duelo.
Medellín, 11 de agosto de 2025 – Redacción, Antioquia despierta
La capital antioqueña rindió un sentido homenaje al senador Miguel Uribe Turbay, asesinado tras un atentado político. En la entrada de la Gobernación de Antioquia, cientos de ciudadanos encabezados por el gobernador Andrés Julián Rendón y el alcalde Federico Gutiérrez participaron en una vigilia con velas, camisetas blancas y banderas nacionales que simbolizaron la unidad y el respeto.
Un país que aún late
El alcalde Federico Gutiérrez expresó conmovido:
“A Miguel lo callaron por pensar diferente, lo silenciaron por defender la democracia y las libertades. A nosotros no nos van a callar.”
La escena plasmó lo que muchos ciudadanos sienten: aunque la izquierda había criticado y subestimado previamente su peso político, hoy reconocen que este momento de luto trasciende las diferencias ideológicas. La tragedia obliga a mirar más allá de la polarización política.
Democracia que llora
El presidente de la Cámara de Representantes, Julián López, también rindió homenaje en el Capitolio Nacional, en un discurso solemne que rechazó la violencia y llamó a preservar la democracia.
Además, se decretaron tres días de duelo en Bogotá y Antioquia, con izamiento de banderas a media asta, como señal de solidaridad frente a una pérdida que sacude a todo el país.
Más que un acto político, la velatón recordó que algunas tragedias —como el asesinato de un líder joven en plena campaña— nos obligan a reconocernos resultados humanos antes que afiliaciones partidistas. Quienes dudaban de Uribe Turbay, hoy posiblemente ruegan por un rastro compartido de unidad.
El país requiere cohesión más que confrontación
La muerte de Miguel Uribe Turbay y el homenaje en Medellín muestran que, en momentos de duelo, el país requiere cohesión más que confrontación. La ciudadanía, incluso de quienes alguna vez lo criticaron, demanda justicia, no revancha; unidad, no división. Este tributo pone en evidencia que la violencia debe dejar de ser un pretexto para la polarización, y un llamado para honrar la memoria con acciones que refuercen la convivencia democrática.
