Petro insiste en zona binacional: ¿integración o cesión?
Bogotá, Colombia – El presidente Gustavo Petro defendió nuevamente la creación de una “zona binacional” en la frontera con Venezuela, asegurando que no se trata de entregar la soberanía de Colombia, sino de promover la prosperidad conjunta entre dos pueblos “de sangre común e historia compartida”. Sin embargo, sus palabras desatan preocupación: ¿es esta propuesta una ingenua apuesta por la integración o una peligrosa renuncia al control territorial?
¿Qué significa realmente una “zona binacional”?
Petro no ha presentado ningún documento oficial, tratado bilateral ni marco jurídico claro para esta supuesta zona binacional. Su concepto, difundido solo por redes sociales, sugiere:
- Un territorio compartido entre Colombia y Venezuela.
- Gobernado bajo acuerdos sociales y económicos “fraternos”.
- Como solución a los problemas de violencia y pobreza fronteriza.
Pero en la práctica, no existe ninguna garantía legal de que esta zona no se convierta en tierra de nadie, especialmente bajo la influencia del régimen de Nicolás Maduro, conocido por su autoritarismo, violaciones a los DD. HH. y colaboración con estructuras criminales.
¿Renunciar a la soberanía para frenar la violencia?
Petro acusa al uribismo de haber “roto las relaciones entre pueblos”, permitiendo que las mafias dominaran la frontera. Sin embargo:
- Las mafias ya controlan amplios sectores fronterizos, incluso con relaciones diplomáticas restablecidas.
- El problema no es la falta de integración, sino la ausencia del Estado colombiano y la complicidad del régimen venezolano con grupos armados como el ELN y disidencias FARC.
- Proponer una “zona binacional” sin control militar, judicial ni aduanero claro es entregarle la soberanía a bandas transnacionales del crimen, disfrazadas de fraternidad.
Petro y su populismo geopolítico para desviar la atención
Este discurso de “unidad entre pueblos” parece más una estrategia populista que una política pública. Petro culpa al pasado, pero no ofrece soluciones concretas:
- No hay fuerza pública suficiente en la frontera.
- No hay inversión social sostenible en Norte de Santander ni Arauca.
- No hay garantías de que el Estado colombiano pueda hacer cumplir la ley en esos territorios si los comparte con Maduro.
¿Integración o sumisión?
Una verdadera integración binacional requiere:
- Acuerdos claros, legales y bilaterales.
- Control fronterizo, judicial y fiscal.
- Respeto mutuo a las instituciones democráticas.
Pero con Venezuela gobernada por un régimen dictatorial y aliado de grupos armados ilegales, la “zona binacional” de Petro suena más a cesión geopolítica que a cooperación regional.
Petro y su peligrosa narrativa para maquillar el desgobierno
Gustavo Petro no ha logrado recuperar la soberanía en el Cauca, Catatumbo, Arauca ni la Guajira. Ahora pretende justificar su inacción con ideas vagas de “unidad de los pueblos” que abren la puerta al crimen organizado, diluyen la autoridad colombiana y crean zonas grises de control.
No se recupera soberanía compartiéndola con un régimen que protege a los violentos. Se recupera con Estado, justicia, inversión y autoridad legítima. Lo demás es retórica para evadir responsabilidades.