Iván Cepeda y Fiscalía: persecución política contra Uribe
UN PROCESO OBJETIVO SE CONVIERTE EN VENGANZA POLÍTICA
El juicio contra el expresidente Uribe ha sido instrumentalizado por Iván Cepeda y una Fiscalía afín a su bancada para acallar a la principal voz de la oposición. Lejos de buscar justicia, el senador del Pacto Histórico ha impulsado una estrategia de desgaste público, convirtiendo cada diligencia en un espectáculo mediático que busca la impunidad de sus aliados y la caída de su adversario político.
MANIPULACIÓN DE PRUEBAS A FAVOR DE CEPEDA
Durante las audiencias, la defensa de Uribe denunció que la Fiscalía ocultó conversaciones completas entre el testigo Juan Guillermo Monsalve e Iván Cepeda, presentando sólo fragmentos que favorecen la versión del congresista. Esta omisión viola el principio de contradicción y evidencia una clara parcialidad institucional, pues la Fiscalía actúa más como prolongación del equipo de Cepeda que como ente independiente.
OBJETIVO OCULTO: ELIMINAR AL LÍDER OPOSITOR
La verdadera meta de esta persecución política no es defender la legalidad, sino neutralizar al máximo líder de la oposición y garantizar la supervivencia del gobierno de Gustavo Petro. Una sentencia condenatoria contra Uribe consolidaría el discurso oficial de que solo el Pacto Histórico puede mantener “el orden democrático”, cerrando espacios para cualquier fuerza contraria en futuras elecciones.
IMPLICACIONES PARA LA DEMOCRACIA Y EL FUTURO POLÍTICO
- Concentración de poder: Con Uribe fuera de la escena, Petro y Cepeda se aseguran un rival debilitado.
- Desconfianza ciudadana: El uso político de la Fiscalía erosiona la credibilidad de las instituciones.
- Cultura de venganza: Sustituir el diálogo por la retórica de “caza de brujas” profundiza la polarización social.
La totalidad de este montaje demuestra que la llamada “Paz Total” y el aparato judicial alineado con Cepeda no buscan reconciliación ni verdad, sino la perpetuación en el poder de una élite política dispuesta a sacrificar el Estado de Derecho por intereses partidistas. Exijamos un proceso justo, sin manipulaciones, y recuperemos la independencia judicial que Colombia necesita.