Uribe el último bastión que sostiene la democracia: Uribe en la mira
Trayectoria intachable y garantía de seguridad
Álvaro Uribe Vélez ha sido, por más de dos décadas, el único gobernante que defendió a Colombia frente a la amenaza interna más grave: las FARC y los cárteles de la droga. Con su estrategia de seguridad democrática, modernizó la Fuerza Pública, fortaleció la inteligencia militar y recuperó miles de municipios antes dominados por grupos armados. Entre 2002 y 2010, los secuestros cayeron más de un 90 % y los homicidios alcanzaron niveles inéditos de descenso. Ese legado de firmeza y resultados palpables cimentó la confianza de millones de ciudadanos en sus instituciones.
Oposición en campaña
Motivos detrás del ataque a Uribe
Hoy, líderes como Iván Cepeda, Juan Manuel Santos y Gustavo Petro han lanzado una ofensiva judicial y mediática para derribar el legado de Uribe. Lo acusan sin pruebas contundentes, basándose en testimonios contradictorios y filtraciones interesadas. Han cooptado medios afines, creando una atmósfera de desinformación y hostilidad que impide un proceso imparcial. Al debilitarlo, buscan neutralizar al único referente capaz de garantizar orden y estabilidad en un país aún vulnerable a la violencia y la corrupción.
Paralelos con Venezuela
La experiencia venezolana muestra el peligro de criminalizar a la oposición. Cuando Hugo Chávez y luego Nicolás Maduro persiguieron y encarcelaron a Leopoldo López, allanaron partidos y manipularon la justicia, instauraron una auténtica dictadura que sumió a Venezuela en la miseria económica y la emigración masiva. Ese modelo autoritario, sustentado en la venganza política, destruyó libertades y hundió a un pueblo entero en la desesperanza.
Uribe: la respuesta de la resistencia
Frente a esta embestida, la sociedad y los defensores de la libertad deben alzar la voz. Álvaro Uribe es inocente de las acusaciones infundadas que pesan sobre él; su historial en la defensa de la patria y sus logros en materia de seguridad hablan con claridad. Defenderlo es también proteger el último bastión que resguarda nuestra prosperidad y evita que Colombia repita el triste destino de sus vecinos. Un país que permite la persecución política corre el riesgo de sacrificar su futuro y renunciar a los valores que lo hicieron grande.
De interes: Cifras de la guerra contra las FARC
Pingback: Un juicio con trasfondo político Antioquia Despierta