DestacadosPolítica

Corrupción en salud y educación golpea a Colombia

Corrupción en salud y educación: denuncian el mayor robo al Estado colombiano, con billones perdidos y ladrones de cuello blanco en la impunidad.

Bogotá, Colombia – El país enfrenta lo que muchos analistas describen como el mayor saqueo de la historia nacional: el desvío sistemático de recursos destinados a la salud y la educación, sectores que concentran la mayor parte del presupuesto nacional y que representan lo más valioso para los colombianos: la vida y el conocimiento.

Corrupción que supera al narcotráfico

Según múltiples denuncias ciudadanas y estudios de expertos, en Colombia es más rentable robar al Estado que traficar cocaína. La diferencia es que mientras al narcotráfico se le combate con operativos y extradiciones, los ladrones de cuello blanco gozan de impunidad, acumulando fortunas que suman cientos de billones de pesos y miles de millones de dólares.

La magnitud del desfalco es tal que varios analistas lo describen como un atraco a mano armada disfrazado de legalidad, donde contratos, licitaciones amañadas y entramados financieros han permitido que pocos se enriquezcan a costa de millones de ciudadanos.

Impunidad y ambiciones políticas

Lo más indignante, señalan voces críticas, es que muchos de los responsables de estos saqueos no solo permanecen en libertad, sino que hoy buscan llegar a la Presidencia. El sistema judicial, debilitado y politizado, ha permitido que la corrupción se perpetúe sin consecuencias efectivas.

“En Colombia se asesina por robar cocaína, pero también por robar recursos públicos. La diferencia es que a los corruptos no los persigue el Estado con la misma fuerza”, afirmó un líder social en diálogo con este medio.

Un llamado ciudadano

Organizaciones civiles, veedurías y sectores académicos insisten en que Colombia no puede volver a entregar el poder a quienes han saqueado el país. La indignación social crece ante cada nuevo escándalo, pero la falta de castigos reales mantiene el ciclo de impunidad.

La advertencia es clara: defender la salud y la educación es defender el futuro de los hijos y de toda la nación. Permitir que los corruptos sigan gobernando sería perpetuar el saqueo y condenar a las próximas generaciones.

Puede ver: Petro bajo lupa: The Economist alerta por Colombia

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *