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Petro promete cambio de época, pero crecen las dudas

Petro afirma que su gobierno marca un “cambio de época” sin recurrir a venganzas. Críticos advierten que subsisten señales de ideologización y conflicto.

Bogotá, Colombia – 12 de agosto de 2025. Redacción, Antioquia Despierta
El presidente Gustavo Petro difundió un nuevo mensaje en su cuenta de X, donde dijo: “Nuestro camino es un cambio de época, no respondemos con la venganza.” El mensaje, acompañando un video institucional, busca presentar su mandato como una etapa de transformación pacífica.

Aunque el discurso suena conciliador, varios sectores mantienen reservas. Desde la oposición advierten que el tono no coincide con acciones concretas, y consideran que persisten gestos simbólicos y prácticos que profundizan la polarización —emblema de la izquierda— en lugar de superarla.

¿Cambio de época… o más polarización?

Petro se presenta como un líder que rompe con el pasado y niega motivaciones vengativas, pero los críticos subrayan la contradicción entre esa narrativa y algunas políticas implementadas. El discurso de “paz sin revancha” sirve para mitigar percepciones, pero el clima aún evidencia fuerte división ideológica.

Dudas persistentes entre ciudadanos

Para una parte del electorado, estas palabras no alcanzan para contrarrestar medidas consideradas ideológicas o tendencias autoritarias. Se espera que frases como esa se traduzcan en reformas institucionales, no solo en retórica. Muchos reclaman acciones concretas de diálogo, no más discursos.

Petro intenta presentarse como guía de una nueva era basada en la reconciliación. Sin embargo, sin gestos reales de inclusión y menos confrontación política, la credibilidad del mensaje quedará en entredicho. La izquierda necesita demostrar con hechos que puede liderar sin dividir, y ésta es su prueba de fuego.

Más allá del discurso

El verdadero reto del presidente no está en repetir mensajes de reconciliación, sino en demostrar con hechos que su gobierno puede generar estabilidad y confianza en las instituciones. Mientras persistan acusaciones de improvisación en las políticas públicas, retrasos en proyectos estratégicos y falta de consensos con sectores sociales y económicos, el llamado “cambio de época” seguirá viéndose como una consigna más que como una transformación real. Los colombianos esperan certezas y resultados, no solo frases grandilocuentes.

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